“¡PARA LOS MUERTOS, LA CALMA!”
Quiero mis sentidos despiertos
y el alma clara.
Música para mis oídos
y la angustia enterrada.
Yo no deseo la calma,
¡ésa para los muertos
que ya no sienten nada!
Yo vivo, respiro, palpito,
vibro y empatizo
con una simple mirada.
Yo sé lo que busco,
conozco bien mi morada,
y no quiero que la calma me escuche
si un día, de rodillas, la llamara:
No, no me atiendas,
no escuches mi llamada
si un día mi corazón llora
porque la serenidad se le escapa.
Quiero morir bien viva,
¡para los muertos la calma!
Geles Calderón
Copyright©GelesCalderón_Todos los derechos reservados
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¡Qué belleza de poesía!Hay tanta calma en ella que dan ganas de quedarse entre sus versos.
ResponderEliminarUn placer volver a leerte.
Saludos.
Abres con este poema una ventana a la esperanza a todos aquellos que de una manera u otra estan desesperados. Un canto a la lucha por la vida y un renacer de la melancolia.
ResponderEliminarPrecioso Geli, de veras qwue me ha encantado.
jose.
Si, respira PAZ, ternura y ganas de seguir luchando , porque te sientes VIVA.
ResponderEliminarPrecioso poema Geles.
Un abrazo amiga .MªJesús desde Cantabria.
Me has hecho recordar aquella frase que dijo Jesús: "que los muertos entierren a los muertos".
ResponderEliminarPerdemos demasiado tiempo en "preparar el futuro", tanto, que luego nos arrepentimos de no haber vivido más la vida.
Un abrazo.
Pablo.
Todo un grito a la vida. Hay que vivir plenamente dia a dia, sólo así se tiene la sensación de haber vivido.
ResponderEliminarUn beso.
Lo bueno de todo es que no hay lo uno sin lo otro. Lo bueno, y a veces...lo malo.
ResponderEliminarBien lo sabes, Geles.
¡Cuántas fuentes de vida hay en esa cabeza!
Un beso.
Daniel...
ResponderEliminarUn placer también para mi verte por aquí, gracias por leerme y hacérmelo saber. Un beso.
José...
ResponderEliminarNo sé si conozco la esperanza, me resulta extraña..., pero en lo que sí creo es ·las ganas· y cuando éstas se tienen y crecen... y crecen, entonces es cuando las cosas suceden, ves claro, y la vida te da la razón y te reafirmas en lo real, en lo creíble, en lo que de verdad habita... (no sé si me hago entender, si es que no, es por mi culpa... pero al menos me despaché... jeje...)
Estoy feliz, Jose, me siento bien conmigo misma: algún muerto bien vivo al que -figuradamente- enterré, ya no podrá jugar más, porque no lo permitiré, con la fe, las ilusiones y sentimientos de quien parí, porque creyó en él!
Un fuerte abrazo.
Mª Jesús...
ResponderEliminarNo lo dudes, siento correr la sangre por mis venas y por lo tanto, me siento VIVA, como afirmas.
Ya estoy lista para una nueva batalla, o la de siempre..., ¡pero más preparada!
Toda la vida aprendiendo, amiga cántabra, toda la vida cayendo y volviendonos a levantar.
Un abrazo.
Hola Pablo...
ResponderEliminarYo opino que toda pérdida requiere un duelo, pero nunca que éste sustituya a una vida por vivir.
Jesús lo que pretendía, al decirle esta frase a ese hombre que quería estar en el funeral de su padre muerto, es que diera más importancia a lo venidero, a que le siguiera y pregonar así la palabra de Dios... Jesús fue duro, muy duro con su palabra, porque a este pobre hombre no le permitió estar los últimos instantes junto al cuerpo, ya cadáver, de su padre. Para el hombre era importante ambas cosas: seguir a Jesús y honrar a su padre, ambas podían hacerse, para él ERA IMPORTANTE... pero para el ·hijo de Dios· lo de la muerte del padre era COSA DE SEGUNDO ORDEN.
Jesús le habló así; el hijo de Dios olvidó que aquel hombre era también hijo y sólo requería unos instantes... para estar con su padre sin vida.
Pablo, ya sabes que a veces difiero y mucho con Los Testamentos, más con el antiguo, pero también con el nuevo. Ello no impide que respete a quien no opina como yo, aún así, me haya ganado la amistad, respeto y más que afecto, de personas de total fe católica a las que quiero mucho.
Te habla, desde el cariño, quien estudió entre monjas religiosas.
¡Me gusta la VIDA! y tener oportunidad de compartir con vosotros sin rubores y a tumba abierta, lo que siento, pienso, y el lo que creo y NO creo.
Un fuerte abrazo, amigo Pablo.
Gracias por tu comentario.
Psique...
ResponderEliminarAsí debe ser! Besos.
Víctor...
ResponderEliminarOjalá mi cabeza tuviera la mitad de caños que tiene la fuente de la tuya.
Me gustan tus palabras, brillan por sí mismas las coloques cómo las coloques, siempre hablan de lo que hay en tí, y eso es un lujo para mí.
Eres mi bombero preferido!
;)
Besos.
Gracias, Geles, pero ojalá tuviera menos caños, como tú dices. Sólo me traen problemas, pues me muevo en un colectivo de borregos y como decía alguien, de nuevos ricos de eructo y puti club.
ResponderEliminarBesos
Cuánta razón tienes, el que malgasta una hora de su tiempo no conoce el valor de la vida. Ya llegará la calma, la paz eterna, pero hasta entonces, uno tiene que vivir y disfrutar de cada momento.
ResponderEliminarBesos.
Para los muertos la calma, para mí sentir, sentires, sinónimos de vida...
ResponderEliminarBesitos.
Aniki...
ResponderEliminary mientras la calma llega, ¡disfrutemos del hoy, que para mañana ya es tarde!!
Un beso grande pra ti.
Darilea...
ResponderEliminar¡Para lo muertos la calma! ¡que así sea!... Y para los pobres de conciencia que sólo miran por su interés: ¡que se pudran en la miseria de sus almas del revés!
Besitos.