"YO PARA TÍ, PARA MÍ TÚ" - (Voz y letra de Geles Calderón)

"¡QUÉ IMPORTA!" - (Voz y letra de Geles Calderón)

"SONETO DEL AÑIL RECUERDO" - (Letra de Geles Calderón - Voz de Miki)

"NO ME IMPORTAS" - (Letra de Geles Calderón - Voz de Miki)

"¡QUIÉN SABE!" - Poema de Geles Calderón - voz: Bea Salas

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25 de febrero de 2013

"LUNAR DE PLATA" autora: Geles Calderón



“LUNAR DE PLATA”
 
Noche despejada, habitada de luna clara; lunar de plata en el azabache mármol de la entrada del mausoleo, donde ahora habita su misericordiosa alma y desde donde sé que, a su manera, me protege y acompaña.
 
Nocturno viento de invierno y añoranza, que irreverente sopla entre las esquinas y fachadas, contra las que irremediablemente choca y escapa, provocando recuerdos de ilusoria voz, que al cristal de mi enlutado corazón empaña.


No muere quien en el corazón guardas,
y porque él en mí vive…
hoy le sentí subido en ese lunar de plata
que se refleja aquí...
y allá donde yo vaya.
¡No muere, quien en el corazón viaja!
 
 
 
Geles Calderón
 
Todos los Derechos Reservados_Obra Protegida

 


9 de febrero de 2013

"VOZ DE NIÑA..." autora: Geles Calderón





















“VOZ DE NIÑA”

Todos la dicen: -tienes voz de niña... Y ella silencia que desearía no recordar, de su infancia, aquel tiempo en paro, estancado, sin calendario, sin derechos ni días de inventario; que el silencio de la noche era su único interlocutor ‘autorizado’. Dueña sólo de sus internos pensamientos, de los que se alimentaba su desgastado ánimo.

Aquella niña creció, pero a su voz le costaba seguirla en su recorrido, se mantenía encapsulada entre su presente y su pasado. Tiempo en vaso de barro sin ser bebido, tiempo retenido…, tiempo evaporado.

Adulta ya, ocurre que la dama de la voz de niña, sin otro arma que sus folios -golpeándose contra la pared de la incomprensión, de la indiferencia de lo que siente y sintió su alma-, en ellos se desnuda y desgrana. Nada la satisface, nada la hace sentir plena ni recompensada por tanta prescindible ausencia, frente a tanto como ella daba.

Ella, la que nadie la hace sentir completa porque su raíz se alojó en tierra de inhóspito paisaje que no la esperaba, pero que eligieron sus ojos ordenados por su corazón; acantilado donde sólo busca horizonte de aguas y no de tierra, donde esta flor, sin oportunidad de elección, se anclaba.













Sola, salada de aroma y llena de color que nadie apreciara, da gritos ahogados que se confunden con la marejada de lo que a ella le importa en ese paisaje: lo que yace en la otra orilla, la ausencia; la semejanza de su sentir sólo comparada con la grandiosidad de la mar salada.

¿Quién se va a fijar en tan triste y solitaria flor que mira al mar con estéril añoranza? Sólo importa lo que ruge, lo fácil de divisar, lo que pregona la propaganda.

Mujer con voz de niña que recita poemas de su labranza. Cuando muera, su cuerpo lo cubrirán sus folios llenos de desgastadas esperanzas, de sueños rotos, de amores y desamores que sólo ella valoraba. Folios caducos que sólo sirvieron de desahogo a la autora… ¡mientras en ellos se derramaba!




















Firmado:
   
(firma ilegible)



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