“CASTILLO DE ARENA”
(sueño)
Me encuentro junto a otras personas en una especie de plataforma con barandilla, desde donde puedo ver un enorme castillo de arena con torretas y ventanales, que se culmina a mi altura. A penas me separan dos o tres metros de su torre.
Abajo, la base que le rodea es de arena también. A unas decenas de metros del castillo el suelo cambia, de repente, a pedregoso.
En un impulso irrefrenable y convencida de la fortaleza de los cimientos y construcción del castillo, me subo a la barandilla y con un fuerte impulso, salto hacia la torre más alta. De pronto, el castillo se empieza a derrumbar. Yo lo percibo como si sucediera a cámara lenta: primero se derriba una parte de la torre, yo me tambaleo. Después se mueve la arena bajo mis pies y esto me confirmó que todo se vendría abajo sin remedio.
(sueño)
Me encuentro junto a otras personas en una especie de plataforma con barandilla, desde donde puedo ver un enorme castillo de arena con torretas y ventanales, que se culmina a mi altura. A penas me separan dos o tres metros de su torre.
Abajo, la base que le rodea es de arena también. A unas decenas de metros del castillo el suelo cambia, de repente, a pedregoso.
En un impulso irrefrenable y convencida de la fortaleza de los cimientos y construcción del castillo, me subo a la barandilla y con un fuerte impulso, salto hacia la torre más alta. De pronto, el castillo se empieza a derrumbar. Yo lo percibo como si sucediera a cámara lenta: primero se derriba una parte de la torre, yo me tambaleo. Después se mueve la arena bajo mis pies y esto me confirmó que todo se vendría abajo sin remedio.
Doy un salto hacia arriba pero ya todo el castillo se mueve...
“-Bueno, se derrumba, pero caeré sobre un enorme lecho de arena y sobreviviré” -pienso-.
Pero una nueva sorpresa me esperaba: el castillo no se derrumba del todo bajo mis pies, eso sólo fue el aviso; el castillo se cae de lado con la solidez de una construcción de cemento mal derribada, y yo, que sigo en lo alto de la torre, siento, o mejor dicho, padezco la caída poco a poco -cámara lenta-, y mientras esto sucede, pienso:
“-Bueno, pero caeré sobre ‘algo’ de arena y sobreviviré...”
Nada más lejos de la verdad.
“-Bueno, se derrumba, pero caeré sobre un enorme lecho de arena y sobreviviré” -pienso-.
Pero una nueva sorpresa me esperaba: el castillo no se derrumba del todo bajo mis pies, eso sólo fue el aviso; el castillo se cae de lado con la solidez de una construcción de cemento mal derribada, y yo, que sigo en lo alto de la torre, siento, o mejor dicho, padezco la caída poco a poco -cámara lenta-, y mientras esto sucede, pienso:
“-Bueno, pero caeré sobre ‘algo’ de arena y sobreviviré...”
Nada más lejos de la verdad.
Caí justo donde empezada el suelo de piedras armadas con cemento al suelo.
Sentí el tremendo golpe, pero no noté dolor físico, aunque sí una sensación de daño, otro tipo de dolor...
Las personas que pasaban por allí -unas paradas observándolo todo, otras caminando lentamente- me miraron un instante, para inmediatamente después desviar su atención hacia lo 'espectacular': el castillo destruido. Y siguieron su camino.
Nadie me ayudó a levantarme...
Las personas que pasaban por allí -unas paradas observándolo todo, otras caminando lentamente- me miraron un instante, para inmediatamente después desviar su atención hacia lo 'espectacular': el castillo destruido. Y siguieron su camino.
Nadie me ayudó a levantarme...
Geles Calderón
(22-08-10)
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Copyright©GelesCalderon_Todos los derechos reservados
Tu mundo, nuestro mundo es como dices en tu sueño, un castillo de naipes o de arena, que a la menor sacudida se cae por si solo, un gigante con pies de barro al que cualquier pequeño viento derriba.
ResponderEliminarLa otra conclusion a la que llego es el egoismo que reina hoy en la sociedad en la que muchos pasan de todo y olvidan el mayor deber que tiene que tener un ser humano, la "Humanidad".
Que tengas un buen día.
jose.
El castillo , parece que tiene, ojos , nariz y dientes , puede que por eso se caiga, es inseguro , además da la sensación de estar muy frio , aunque esté hecho de arena.
ResponderEliminarLas personas en ocasiones somos así.
Veo la representación del desamor , la desolación y la incertidumbre.Puede que por ese motivo vea un volcán donde caiste después de derramar su lava, de ahí esa angustia que sentiste ante el dolor del alma.
Un beso Geles .
Desde la tierruca .MªJesús
Estoy acostumbrado a ver castillos en la arena pues vivo muy cerca de la playa.
ResponderEliminarLo interesante es intentar ver en el alma de aquellos que los levantaron, más que la pericia de sus manos.
Un abrazo
Pablo.
Jose..., amigo mio, 'mi mundo' se ha tambaleado más de una vez, pero siempre hallo la manera de apuntarlo de urgencia para después fortalecer los cimientos, con el fin de evitar que 'otros vientos' volvieran a sacudirme tan fuerte que pusieran en peligro esa estabilidad tan necesaria para todo en la vida.
ResponderEliminarYo sigo siendo generosa, sensible y cercana con quien me encuentro y veo que necesita ayuda sea en la circunstancia que sea, pero a la vez yo ya no espero nada de nadie. Ya dejé de buscar una mano amiga o caritativa para que me ayude a levantarme cuando caigo 'herida'..., y aún así, a veces, en sueños sale la ingenua niña desvalida que habita en mí... ¡y me traiciona!
Aún siento como ese castillo de arena se derrumbaba despacio, muy despacio y sin remedio, bajo mis pies. Era como si la arena fuera de plomo... y mis esperanzas de una caída 'suave' resultó ser dura, ante la mirada de total indiferencia de quienes creía que me ayudarían, al menos a levantarme.
Un abrazo.
Mª Jesús, amiga cántabra. Hay castillos de falsos cimientos donde, a veces, una reside.
ResponderEliminarUn abrazo para ti y un recuerdo cariñoso para tu y mi 'tierruca'.
Pablo..., yo fui una gran "artesana" de castillos de arena, pues aunque no resido junto al mar, fui a él con frecuencia desde niña y hasta el día de hoy no he dejado de ir. He construído castillos con pasadizos semisecretos, y barcas a prueba de olas en sus orillas..., pero dejé de hacerlo al comprobar lo poco consistentes que eran para todo lo que yo quería albergar dentro............
ResponderEliminarUn abrazo.
Geles