VIDEO con MI VOZ:
"CONSCIENCIA DE MI REALIDAD - Evolución"
ANTES:
Mi
destino es la consecuencia de lo vivido, del pasado que me formó.
No soy
lineal, ni dura como una piedra, laten mis
curvas y se curvan mis latidos cuando el sentimiento me abarca.
Mi día a
día es un aprender, un crecer, un estirar o aflojar la cuerda.
Es un
borrar algunos trozos para que lo que estuvo permanezca.
Es un
templar las maneras para no rasgar las venas, de tanto
amor comprimido que proclama salir afuera.
No temo a la muerte, pero sí a que ésta
surja, sin tener a mi lado a quien decir, que:
Eres...
Instante lacrado.
Latido poblado de mis versos.
Paisaje en el que habito.
Único camino de mis pasos.
Consecuencia de mi causa.
Luna llena en mi cielo nublado.
Anhelo, sonrisa, ocaso, celo… Eres mi mejor
bocado.
El nudo de mi abrazo.
Bagaje de mis suspiros.
Cielo en el bolsillo de mi tiempo.
Eres... La suma de mi sentir.
Baúl de los ocasos sin ti.
Luna de mi descanso.
Lago de mis reflejos.
Eres... Sagrario de mi pecho.
Silencio y revuelo.
La quiniela de mis aciertos.
La letra que me hierve dentro…
Eres sabotaje y polizonte en mi cielo, donde,
con celo...
se aferra mi alma a la tuya, como la rosa lo
hace al alba...
para beber el rocío que de ella mana.
Abierta piel del mañana:
es imposible excusar la causa de ansiarte y
abrazarte,
desde que en ti anochece... ¡hasta que en mí se abre la madrugada!
DESPUÉS:
Mis ojos verdes que
alumbraron tu suspiro, que fueron agua
fresca que movieron tu molino... hoy, sabiendo que
nada es un regalo, ya pagaron alto
precio de brillos apagados y llanto por librar barrancos
cuando escapé de los cerezos por mirar sólo al
frente, sin escuchar los sutiles avisos que me llegaban
desde muy adentro.
Pero tenía fuego a
flor de piel, y tú eras leño seco
disfrazado de verso.
La rueda gira, y la ira se disolvió
entre las esquinas del presente y el pasado, olvidando la resaca
de aquellos besos y abrazos.
Nada como la
consciencia de la realidad… para despertar de un
sueño y desatarme de antiguos lazos.
El suelo que piso es
lo real, y nunca lo fueron
las nubes en las que me enredaron tus versos, esos, que sin
sacarle brillo ni ser poeta, yo traduje
convirtiéndolos en ideal que inauguraba mis
avenidas de ensoñaciones, para acabar en
barrancos donde se despeñaban todos los sueños que esta soñadora
idealizó vivir a tu lado.
Tinta de caduco
color el tuyo, para folio de otras
tintas de permanente y fiel estancia.
Ya no me visto de ti.
Ya no me devoran las
quejas.
Ya no uno perlas en
hilos que ahogan.
HOY:
En la gastada orilla
de mi camino me recosté agotada,
por el trepidante recorrido, para recuperar el
aliento de tanto ahogo sufrido, y allí, en plena
intención de recobrarme, mi organismo sufrió
la consecuencia de tanta senda angosta, de tanto zarandeo de
latidos contra muros de frío hierro y exigencias de
asfixiante censura.
Después: el dolor,
el temor, el valor, la esperanza, las ganas, la batalla con una
sola opción: ¡ganarla!
Hoy aquí, plácidamente
sesteando el corazón, recuperándose de tanta batalla, mantengo libre de grises la paleta de mis óleos.
Mieles a los labios;
colores brillantes a
los ojos;
música a los oídos;
caricias sentidas al
cuerpo proyectando rutas de sol;
risas diarias junto
a quienes me aman y amo;
agradecida por lo
bueno, con optimismo
natural y ganas de seguir luchando.
Geles Calderón
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