VIDEO con MI VOZ:
“CUANDO NO ERA TIEMPO…”
(más descargos..., más de mí)
(más descargos..., más de mí)
Mi certeza ante la ajena duda sobre el principio de mis
causas, suman el empuje que precisa mi motivo.
Un montón de nada ya no cabe en mi todo, porque cargué
durante demasiados inviernos con culpas de otros, presionando mis venas hasta
casi estallarlas.
Nací cuando no era tiempo. Crecí a destiempo. Manipulada sin
tiento y con el justo aliento, caminé desorientada de destino y plena de causas,
equivocando las calles, pero segura de mi certeza de no querer seguir cargando
heredados baúles de penas, ni perchas de vacío.
Me abrigué de Mediterráneo antiguo. Me peiné con peineta de
mapa del sur. Me calcé de arena y perfumé de sal. Busqué sostén para mi motivo
mientras avanzaba en la prudencia de hallar el entendimiento que demandaba mi
apremiante necesidad de huída.
Pero hay tiempos en los que nuestras batallas se detienen
cuando los cometas de los sentimientos atraviesan los cielos de nuestro
universo, es entonces cuando no vale negar la bendición de saber lo que supe
desde antes de saberlo.
Fruto que tentó y
tienta, aunque mi consciencia lo niegue bajo falso juramento.
Faro sin mar. Bandera
inútil para un país imaginario.
Final de un principio
de giro temprano sin retorno.
Alma sedienta de sorbos
escasos…
Ansia antigua de besar
los vinos que mojaron aquellos labios.
Ahora, lo que no supe, de ello me acuerdo. Y lamento las
circunstancias que nos llevaron al desencuentro.
Ya no hay tiempo, ya todo se diluye. Ya la parte de delante
quedó a la vuelta de nuestras vidas, recostada sobre su doloriento costado.
¡Qué importa que mi presente de antes viviera de un pasado!
¡Qué importa que mis letras no sepan retratar mi actual
estado!
Una playa desnuda nunca puede vestir un solicitante
acantilado.
Lleva mi alma tanta culpa sin pecado, tanta impaciencia
insatisfecha… ¡tanta tumba sin haberme velado!
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