VIDEO con MI VOZ:
“EL VIOLINISTA”
Luz tenue engrandeciendo lo invisible, lo intangible...
Arriba, sobre un ópalo escenario,
sin cortinas que se plieguen o desplieguen para recibir a su
usuario,
aparece, con violín en mano,
un caballero de madura edad vestido de diario.
Violinista de nombre ignorado, pero habitando en sus
dedos...
¡todas las letras del abecedario!
Desde arriba, un foco le encañona, y bajo él queda apresado.
De pronto, cuando todos esperábamos oír
música celestial bajo la cuerda de su arco...
se estremecieron las laderas de nuestros cuerpos
y se despejó la niebla de nuestros ojos
en un solo parpadeo como relámpago.
Un desgarrador lamento de rabia...
fueron las primeras notas que el violinista arrancó al
instrumento.
¡Aquello era llanto, dolor y tormento!
Y sentí ganas de saltar al escenario
para acunar en mis brazos al violín... ¡y besarlo!
Pues lo que oí era un grito al viento
de quien sabe que su tiempo se le está agotando.
El dolor se prolongó, y el lamento de las notas...
¡el latir de mi corazón lo amortiguaron!
Música que al principio eran tormento,
grito seco, irregular lenguaje que ahogaba al silencio.
Mas tarde... el tiempo apura,
la vista se nubla, falta el aliento,
las notas, en su incurable llanto nos cuentan...
que alguien se está muriendo.
No parpadeas, la tristeza se extiende,
el alma se estremece,
dejo de respirar por un momento...
El idioma del violín es el mío,
habla de llanto a solas,
de resumen de una vida de abandono,
de orillas vacías de regreso;
de lo que di...y de lo que no me dieron.
La música asciende, pero de pronto...
¡Se desparrama contra el suelo
y se desliza como fuego fatuo sobre la lápida de mi aliento!
Y siento frío cuando la melodía agoniza
anunciando en su callado lamento:
¡Que la vida del protagonista se la llevó el viento!
Muerte, que un violín, con desgarro,
¡narraba que alguien moría sobre el escenario!
Geles Calderón
(11-03-06)
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