Sentada en la orilla de mi río contemplo sus aguas calladas, aguas que amimentan mi delirio, que traen a mi oído tus palabras, esas, que sin abrazos me abrazan, palabras que me contaron sosegadas que de nuevo en tus sueños me llevabas. Sentada en la orilla de mi río, pensando en ti esta mañana con deseo de darme a ti, de entregarme en cuerpo y alma. Y es que... te tengo y no te puedo tener, eres mío pero te tiene otra mujer, somos un sueño contínuo que apareció sin tener que aparecer. Pero vivamos este regalo que los dioses nos han entregado, y no intentemos comprender lo incompresible de este querer. Si yo contigo soy feliz y tú conmigo lo eres también... disfrutemos nuestro presente porque el mañana podría ser que desaparezca de repente y tú o yo ya no esté.
¡Vivir nuestras vidas separadas, vivir sin apagar esta llama que nos calienta si no apaga... la soledad de nuestra alma!
Ilusa mujer que soñó con una segunda oportunidad para nacer -
Autodidacta que utiliza la escritura y la pintura para completarse -
Defensora de causas perdidas (entre otros 'defectos') -
Fiel al corazón e infiel a la razón, que cambió el orden de los sustantivos en alguna equivocada ocasión -
Llena de nada de aquellos "todos", donde hubo muchos "cuándos" sin importar "dónde"...
- Muy agradecida a todos los que, al visitarme, me dediquen un instante de sus valiosas vidas para leerme y dejarme su impresión por escrito -